Desde la semana pasada en los restaurantes ya se celebra la Navidad. Casi antes de que los ayuntamientos empiecen a derrochar en luces de estrellitas, velas, papásnoeles, cometas, etc. etc. los restaurantes empiezan a llenarse de grupos de amigos o de empresas, para cenar fundamen-talmente y ponerse más o menos ciegos de comida y bebida.
A los restaurantes nos va bien porque son días que llenamos, por tantos días que no mojamos, y además porque los grupos, por lo general, van a menú fijo y para la cocina es mucho más cómodo que cuando piden a la carta.
Como digo, el comedor está absolutamente lleno, excesivamente lleno. Primero un entremés para que, mientras se prepara el primer plato, la gente vaya entreteniéndose untando un poco de puding de queso de cabra salpicado de sésamo tostado y con unos hilos de miel. A la vez se va abriendo el vino, el agua y siempre hay alguien que pide una cervecita...
La máquina de la cocina empieza a funcionar, de hecho ya está con la adrenalina alta desde hace un cuarto de hora. Se ha hecho el pan en horno seco a 200º durante 6 minutos y con el tiro abierto para que no se humedezca nada y salga muy crujiente y dorado. Según se saca el pan, se les da un calentón a los boles de la crema (vacíos todavía), para que al salir estén bien calientes. Mientras la ensalada individual de ibérico y micuit, prácticamente ya plateada desde hace una media hora, se apaña con la vingreta de pistachos y la sal, ya en el último momento para que no se macere nada. A la vez se calienta la crema de patatas a la riojana en los cubos de thermomix, a 5 de velocidad y 60º de temperatura. Y a la vez, en el horno del que hemos sacado los boles, se cambia el programa a 190º con un 65% de vapor y se meten las bandejas con los timbales de picadillo, que vienen directamente del frigo, en sus moldes metálicos.
A partir de ahora, la que manda es la jefa de sala, ella tiene que avisar cuando empieza a retirar un plato para que en cocina se vaya "regenerando" el siguiente.
Después de la crema de patatas a la riojana, con picadillo y huevo frito de codorniz (los huevos están fritos hace media hora y mantenidos en una bandeja en la parrilla superior de la cocina, simplemente al calorcillo), viene un lomito de rape con sopa de cebolla y trigueros a la plancha. Después cochinillo deshuesado con coulis de ajo.
Ana avisa con tiempo suficiente para que Diego meta al horno el rape. Y Diego, con los tiempos bien calculados, mete al horno con el mismo programa que el picadillo, las bandejas de rape previamente marcado en la plancha. Calienta la cazuela de la sopa para que al servir esté hirviendo y lanza las puntas de espárragos a la plancha con un hilo de aceite de oliva y una lluvia de sal gruesa. Los va manejando con la espátula y casi a la vez que acaba de dorarlos, suena la chicharra del horno avisando que los 8 minutos programados para el rape ya se han cumplido.
Los platos soperos están ya preparados en la mesa de servicio. Cada cocinero coge su bandeja del horno en una mano y en la otra tiene una pinza para platear el pescado...
Y... ¡HORROR! ¡Está FRIO! El horno no calienta, la luz se enciende, pero el ventilador no funciona y al pulsar la tecla de temperatura, justo llega a 90º.
Afuera hay más de 40 esperando el siguiente plato y el horno NO FUNCIONA. ¡¡¡Cabendiez!!!
¡Rápido! ¡Todo a la plancha! Corta papel albal para taparla y dale más gas...Calienta más la sopa!
Bueno, una hora más tarde, la cena ha acabado. El cochinillo también se calienta en la plancha y parece que todo sale bien. El postre no necesita calor.
Al día siguiente, a primera hora, viene el "técnico", cambia un enchufe y todo vuelve a funcionar.
El susto ahí queda. Según os lo estoy contando, me recorre la calva un sudorcillo de mal recuerdo.
En fin la cocina profesional no es como los programas de Arguiñano. Os lo juro.
4 comentarios:
emocionante, confiar en la tecnica cien por cien es peligroso,y con cuarenta bocas hambrientas que dar de cenar muy peligroso, por suerte está el factor humano y que teneis alternativas para estos casos.
Suerte y que no tengais más incidentes.
pues tío, a nosotros hoy se nos ha jodido el grill y menos mal que lo hemos apañao para ir tirando. la verdad que esos improvistos de ultima hora le pillan a uno desprevenido, pero hay que improvisar y reaccionar rápido para que todo salga bien...
y sí, también tenemos un montón de cenas y comidas navideñas y mismamente hoy lunes parecía que era viernes. un no parar.
en cuanto a menú, hemos estrenado las hamburguesas de jabalí y bufalo, pero no he podido probarlas, pues al ser más caras el personal no podemos catarlas si no es pagando, de modo que como que no... aunke eso sí, tienen buena pinta.
un abrazo y hasta la semana que viene!!
cuidate y tomaroslo con calma!!
Según iba leyendo estaba seguro que al final todo saldría bien. Experiencia, profesionalidad, ilusión y dedicación es clave del éxito. Lo que no esperaba que el arreglo del horno fuera posible y tan rápido, porque hoy día es mas frecuente que te digan que no vale la pena arreglarlo porque es mas barato comprar uno nuevo.
El anónimo soy yo. No se porque no lo ha recogido.Amfortas.
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