
domingo, 23 de diciembre de 2007
OREJITAS DE CORDERO

lunes, 17 de diciembre de 2007
¡HORROR, NO FUNCIONA EL HORNO!


lunes, 10 de diciembre de 2007
COCOCHAS Y MEJILLONES EN EZCARAY
miércoles, 5 de diciembre de 2007
CUATRO ESTRELLAS, CUATRO
lunes, 3 de diciembre de 2007
Acaba noviembre
El jueves día 29, acabamos las Jornadas de Caza entre Venta de Goyo y Kabanova. Como los demás días, el restaurante estaba lleno, se agotaron todas las plazas por reservas previas y yo creo que la gente salió contenta.
Nuestra mesa la compartimos los que estamos en la foto y Jose Fermín (detrás del objetivo). El primero de la izquierda, es Juan Carlos Esteban, cocinero y propietario de la Venta de Goyo. Suyo es el mayor éxito de este mes de caza, pues la elaboración principal la hizo él y sobre todo, vino, cada uno de los seis días que celebramos cenas, a colaborar en la cocina con todo su buen saber. Yo también fui los seis días, pero fui a cenar en plan marqués; y desde mi casa, a cinco minutos escasos del restaurante. Juan Carlos, sin embargo, vive a unos sesenta kilómetros por una sinuosa carretera que sigue el curso del Najerilla y que, curva tras curva, exige concentración continua para hacer el trayecto en una hora.
De nuevo ¡MUCHAS GRACIAS JUAN CARLOS!
La cena fue muy similar a la del miércoles, que os describí en la última entrada. Quizás, aún mejor, porque se van cogiendo los puntos, la presentación, etc. etc.
Lo cierto es que pasamos un rato estupendo y que, teniendo una buena ocupación, se demuestra que por un precio muy razonable, se puede disfrutar de un menú bueno, abundante y regado con un buen vino.
En el mes de diciembre, con las cenas de empresa y de amigos, tenemos lleno prácticamente todos los días, por lo que no haremos jornadas especiales; en enero, tendremos unos cuantos días de vacaciones, como todos los años, pero en febrero, intentaremos de nuevo llenar los "Jueves de Kabanova" posiblemente con Gastronomía del siglo XVI y XVII. Estoy sacando una serie de recetas que me parecen interesantes y curiosas de unos libros antiguos, de aquella época, y que combinadas con el buen hacer de Diego y Emmanuel, los cocineros, seguro que dan como resultado unas cenas divertidas.
Por supuesto os iréis enterando por el blog.
Que aproveche.
jueves, 29 de noviembre de 2007
Cuarta pero no última cena de caza
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Esta semana la tengo difícil. Me gusta comer, más, incluso, me gusta cenar, pero con la edad, si me paso en la cena, luego me cuesta dormir. Y cada vez duermo peor...
Esta semana tengo cuatro cenas seguidas de excepción. Lo normal es que, en casa, cene una ensalada hermosa: lechuga, endibia, tomate, pepino y algo como una latita de atún en escabeche y de postre queso y fruta. Para beber: agua del grifo. Pero si me salgo de la rutina, me suelo pasar de comer y de beber.
Ayer tuvimos invitados en casa y cené demasiado, y también bebí demasiado. Abrí una botella de Viña Alberdi que estaba gloriosa, y, ya en los postres, como se había acabado la primera, abrí la segunda y trago a trago, hablando de sinsubstancias y con un sueño que me caía, cayó (esa sí que cayó) la segunda botella. Suerte que estaba totalmente agotado y pude dormir siete horas de un tirón, que para mí, es casi un siglo.
Hoy he tenido otra cena, esta vez en KABANOVA, con los compañeros del Servicio de Trauma, invitados por un Laboratorio Farmacéutico. Acabo de llegar a casa y como me noto algo "pesado" antes de acostarme voy a intentar escribir un poco e ir haciendo la digestión. Hemos comido de coña. Habíamos preparado entre Diego y yo el menú. El del laboratorio me había dado carta abierta para lo que quisiera. Primero hemos roto con un pastelito de queso de cabra con sésamo y miel, que es uno de los aperitivos frecuentes de Kabanova. Luego hemos tomado un carpaccio de buey con foie y queso de Idiazábal rallado, que estaba exquisito, con el aroma que le da el aceite Lectus, de arbequina verde, que hacen en Quel. Hemos seguido con una ensalada de queso de cabra gratinado con pato confitado y vinagreta de mostaza, con su galletita de queso. A mi gusto, exquisita. Seguimos con una crema de puerros y panceta de jabalí. La panceta la hacemos al vacío a baja temperatura durante varias horas y maracada a la plancha en el momento del servicio. Queda que se deshace en la boca y con la crema de puerros es una mezcla sabrosísima. Luego un lomito de bacalao con muselina de ajos confitados, pasas y piñones. Este es el plato más antiguo de Kabanova (y de mucho antes). La receta la aprendí hace muchos años en el Club Laietá de Barcelona, y desde entonces quedé prendado de ella y le juré amor eterno. Sigo fiel. El plato de carne era a elegir entre carrilleras de ibérico con salsa de Rioja y puré trufado o lomo de ciervo a la plancha con puré de castañas... Y finalmente el postre: una quenelle de mousse de chocolate con galleta de naranja, un hojaldre de arroz con leche y un helado de queso. Café y chupito... y a dormir...
Mañana tengo cena de caza con un grupo de amigos y pasado también con otros. El menú anunciado es: ensalada de cecina de ciervo con su croqueta, brick de caza sobre cebolla pochada con pasas, panceta confitada sobre sopas de ajo y huevo trufado, guiso de manitas y oreja de jabalí a la riojana, helado de turrón con ghelée de amareto y reducción de pedro ximenez y peras al vino tinto con palito de canela...
Y el jueves, otra vez cena de caza...
Rogad por mí.
jueves, 22 de noviembre de 2007
Nuevo Arte de Cocina (1767)
Tengo uno de esos libros en edicción facsimil que tratan sobre cocina y que se titula:
Nuevo arte de cocina, sacado de la escuela de la experiencia económica, su author JUAN ALTAMIRAS.
Con las Licencias necessarias.
Barcelona: En la Imprenta de Maria Angela Marti Viuda, en la Plaza de S.Jayme. Año 1767.
Me lo regaló hace algún tiempo mi buen amigo Jose Fermín, con idea de sacar alguna idea para el antiguo proyecto del "Maestro Trébede". Ahora lo he retomado pensando que hay que dar forma a "Los Jueves de Kabanova" para el año que viene y que un ciclo podría consistir en cocina antigua. Tiene varias recetas que son muy interesantes, a mi modo de ver, y que ligeramente actualizadas podrían atraer a algún gourmet de nuestros tiempos.
He elegido ésta, sin ninguna pretensión de nada, sólo por poner alguna de las muchas que hay. Y la transcribo tal y como está escrita, con sus bes y uves y sus acentos, comas y puntos...
Pies de Puerco rellenos.
Has de socarrar los pies despues de limpios, los pondrás à remojo toda la noche, y al otro dia se han de cocer bien: despues de cocidos sobre una tabla, les quitarás los huessos sin hacer muchos pedazos: dexa, si puedes, cada pie sin despedazar, y sino unelos, que con la pasta se componen; harás una pasta de harina, y huevos, y sino con pan rallado en lugar de harina: pondrás la sartèn con manteca de puerco, ò aceyte, y los freirás, poniendo una cobertera sobre la sartèn; porque salta mucho el aceyte, ò manteca: los servirás con azucar, y canela; y si los quieres componer con salsa, despues de rebozados, hazla de peregil, y avellanas, la desataràs con el caldo, que se cocieron los pies, y ponles todas especias.
Hasta aquí es la receta original. El relleno, por supuesto, lo podéis variar de la forma que mejor os parezca (os recomiendo con algún picado de setas sabrosas, o con algo de foie, o incluso con manzanas reinetas... el caso es ir probando). El azúcar y canela, antes de servirlo, es una norma que en aquellos tiempos, y mucho antes, era casi obligada para todo. Ahora, seguramente, no endulzaríamos unas manitas de cerdo y en vez de canela podríamos añadirle un toque de nuez moscada. La salsa de avellanas y perejil y especias, puede estar buena.
Un día colgaré la receta de las manitas de cerdo que hace Diego en Kabanova, que están de chuparse los dedos.
La foto es de este verano en Córcega, donde, por ciertas carreteras, nos encontramos varias veces a cerdos semisalvajes, que son más bien pequeños y delgados y de color, generalmente negro, pero los hay blancos y los hay, curiosamente, con grandes manchas blancas que a veces les ocupan la mitad del cuerpo.
lunes, 19 de noviembre de 2007
clavícula y costillas
jueves, 15 de noviembre de 2007
Segundo menú de CAZA
Finalmente, la primera cena de las Jornadas Gastronómicas de la Caza en Kabanova, con Venta de Goyo, fue un éxito. El comedor estuvo lleno y tuvimos que decir a algunos que no había más sitio. Si bien es verdad que había una mayoría de invitados de prensa.
Seguramente eso nos valió para que al día siguiente la página de gastronomía del diario La Rioja se ocupara con una crónica y una gran foto hablando de la cena. También en las emisoras de radio salieron varias entrevistas y reportajes ad hoc. El caso es que ayer por la noche ya no había ninguna plaza para el resto del mes y ya hemos tenido que negar sitio a mucha gente. Hemos pensado en dar el menú repetido los viernes por la mañana o por la noche, o el miércoles por la noche... Pero lo justos que estamos de personal nos complica el tener que dar por una parte la carta, por otra el menú del día, por otra el menú degustación y finalmente el menú de caza. Si suprimimos alguna de las opciones, algún cliente se puede molestar y, la cosa no es nada fácil...
Esta noche también tenemos un menú atractivo. Empezamos con un CARPACCIO DE CIERVO, para abrir boca y con un vinito blanco de vendimia tardía, que no llega a ser dulce, sino que ayuda a abrir papilas gustativas y olfativas para lo que va a llegar. Luego una ENSALADA DE MANITAS DE JABALÍ CON MEZCLUM DE SETAS. Seguimos con una CREMA DE PUERROS CON MUSLO Y PECHUGA DE PALOMA TORCAZ, la paloma la pondremos a la plancha como un solomillo para que se haga por fuera y por dentro quede rusiente, que es como más tierna está y como mejor se aprecia su propio sabor. Los muslitos, irán posiblemente fritos en aceite hirviendo para que queden crujientes. Con las carcasas y unas verduras y vino, hacemos un fondo de paloma con el que poco más que decoramos la crema. Acabamos con un GUISO DE CIERVO, que tuve la ocasión de probarlo hace unos días y me pareció exquisito. Luego como postres tenemos unas TRUFITAS DE MORCILLA DULCE, que es una creación de Diego, el chef de Kabanova y que son buenísimas. Y una MOUSSE DE QUESO CAMERANO CON HELADO DE MIEL DE ALTA MONTAÑA. Estos últimos platos los "regaremos" con un crianza de Rioja, posiblemente un Viña Emperatriz, que se deja beber francamente bien.
El fin de semana pasado estuve con un comensal de la primera jornada y me ratificó lo bien que había cenado, "la pena que al día siguiente había que trabajar... porque la cena se merecía un par de copas por ahí". Tenía razón, pero no puede ser tenerlo todo.
(La foto, es de la antigua ferrería de Posadas, vista desde el camino de Altuzarra. Todo muy cerca de Ezcaray)
miércoles, 7 de noviembre de 2007
martes, 6 de noviembre de 2007
domingo, 28 de octubre de 2007
Cuando leo me interesa siempre mucho más las formas que el "guión". De hecho, cuando una novela me inquieta, suelo leer el final, para quitarle la intriga y así disfrutar simplemente del hecho de leer. Cuando voy a la ópera o cuando oigo una sinfonía, no me molesta para nada saber el final, al revés, me voy dando el regusto de ver como el desarrollo va llegando a concretarse...
Bueno el caso es que "Pelando la cebolla" me ha impresionado porque no recuerdo haber leído nunca una autobiografía novelada escrita como un poema continuo. No soy buen lector de poesía por lo que con frecuencia he tenido que releer varios párrafos, a veces para entenderlos, a veces para redisfrutarlos.
Como sorpresa del libro y unido a mis aficiones gastronómicas-culinarias, veo que el bueno de Günter es un aficionado gastrónomo. Puede que sea por el hambre que pasó, pero tantos recuerdos como tiene sólo se comprenden en alguien con una sensibilidad especial también en este aspecto...
Sólo recordaré en esta página el "puding de vainilla con trocitos de almendra" que su padre le hacía y que a él le gustaba bañar con salsa de chocolate. Y las clases de cocina en el campo de prisioneros del Alto Palatinado en la postguerra, donde el cheff Brühsam, de Berasabia, enseñaba, sólo en teoría como hacer una cabeza de cerdo en gelatina o las morcillas con sémola de avena condimentada con mejorana y pasas. Mientras se mantenían con un régimen de ochocientas cincuenta calorías a base de tres cuartos de litro de sopa de centeno con unas gotas aisladas de grasa, pan, algo de mantequilla o queso y un "pegote" de mermelada.
¡Que aproveche!
jueves, 18 de octubre de 2007

miércoles, 17 de octubre de 2007
5º aniversario de KABANOVA Comedor

El día 25 de julio de 2002, ¡Santiago y cierra España!, en el nº9 de la calle del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil de Logroño, Maras y yo (Víctor), con demasiados años en nuestras espaldas, nos lanzamos a una aventura que, sobretodo a mí, me corroía las entrañas desde años atrás. Abrimos un restaurante que llamamos Kabanova Comedor.
Tres años antes, era el siglo pasado, fundamos, junto con Elena y César, una sociedad que llamamos "Bocado C.B." con la que dábamos comidas en la "Sociedad Gastronómica del Colegio de Médicos" en su sede recién inaugurada.
Desde muchos años antes, en la sociedad gastronómica "Gure Txoko" jugué a cocinillas con mis amigos, me dejé lisonjear por ellos, y les hice innumerables menús, casi siempre distintos, y con frecuencia, osadamente innovadores. Su buen apetito se lo tragaba todo, o casi todo, y yo seguía probando nuevas recetas y ellos untando el plato.
En otra sociedad "El Rincón", en la que cociné también con frecuencia, tuve la experiencia de dar una cena para 60 ó 70 comensales. Fue hace 18 años, después de un viaje operístico a Nueva York y pasamos una noche estupenda. Varios años más tarde, tuve el gran honor de "dirigir" una comida homenaje de la Asociación Riojana de Amigos de la Ópera al maestro Alfredo Kraus, unos meses antes de su fallecimiento. Con lo bien que comió una crema de cardo con ravioli de queso de Cameros, láminas de bacalao sobre pisto riojano con salsas de puerro, pimiento verde y pimiento rojo, corazones de chuletillas de cordero con melocotones y salsa de vino y torrijas borrachas de moscatel, repito, con lo bien que comió de todo y al poco tiempo se le descubrió un cáncer de páncreas que le llevó a la tumba. A veces me pregunto si tuve algo que ver...
Después de tener el gusanillo de la cocina, crecido en mis entrañas, más que el monstruo del lago de Ness, conocí a Francis Paniego, casado con mi sobrina Luisi. El y su madre me abrieron las puertas de su cocina del Echaurren, donde se unen la cocina tradicional heredada de su madre, Marisa Sánchez, premio nacional de gastronomía, y la suya propia, que le llevó a ganar el Plato Joven de la Cocina Española del año1999 y más recientemente la primera "estrella" de la guía Michelin de La Rioja. No sé qué pudo ser más: ¿Hablar con el Maestro Kraus y recibir sus felicitaciones o estar diez días trabajando en la cocina de Echaurren? En todo caso, para mí fueron dos grandes experiencias que nunca olvidaré.