miércoles, 28 de noviembre de 2007




Esta semana la tengo difícil. Me gusta comer, más, incluso, me gusta cenar, pero con la edad, si me paso en la cena, luego me cuesta dormir. Y cada vez duermo peor...




Esta semana tengo cuatro cenas seguidas de excepción. Lo normal es que, en casa, cene una ensalada hermosa: lechuga, endibia, tomate, pepino y algo como una latita de atún en escabeche y de postre queso y fruta. Para beber: agua del grifo. Pero si me salgo de la rutina, me suelo pasar de comer y de beber.




Ayer tuvimos invitados en casa y cené demasiado, y también bebí demasiado. Abrí una botella de Viña Alberdi que estaba gloriosa, y, ya en los postres, como se había acabado la primera, abrí la segunda y trago a trago, hablando de sinsubstancias y con un sueño que me caía, cayó (esa sí que cayó) la segunda botella. Suerte que estaba totalmente agotado y pude dormir siete horas de un tirón, que para mí, es casi un siglo.




Hoy he tenido otra cena, esta vez en KABANOVA, con los compañeros del Servicio de Trauma, invitados por un Laboratorio Farmacéutico. Acabo de llegar a casa y como me noto algo "pesado" antes de acostarme voy a intentar escribir un poco e ir haciendo la digestión. Hemos comido de coña. Habíamos preparado entre Diego y yo el menú. El del laboratorio me había dado carta abierta para lo que quisiera. Primero hemos roto con un pastelito de queso de cabra con sésamo y miel, que es uno de los aperitivos frecuentes de Kabanova. Luego hemos tomado un carpaccio de buey con foie y queso de Idiazábal rallado, que estaba exquisito, con el aroma que le da el aceite Lectus, de arbequina verde, que hacen en Quel. Hemos seguido con una ensalada de queso de cabra gratinado con pato confitado y vinagreta de mostaza, con su galletita de queso. A mi gusto, exquisita. Seguimos con una crema de puerros y panceta de jabalí. La panceta la hacemos al vacío a baja temperatura durante varias horas y maracada a la plancha en el momento del servicio. Queda que se deshace en la boca y con la crema de puerros es una mezcla sabrosísima. Luego un lomito de bacalao con muselina de ajos confitados, pasas y piñones. Este es el plato más antiguo de Kabanova (y de mucho antes). La receta la aprendí hace muchos años en el Club Laietá de Barcelona, y desde entonces quedé prendado de ella y le juré amor eterno. Sigo fiel. El plato de carne era a elegir entre carrilleras de ibérico con salsa de Rioja y puré trufado o lomo de ciervo a la plancha con puré de castañas... Y finalmente el postre: una quenelle de mousse de chocolate con galleta de naranja, un hojaldre de arroz con leche y un helado de queso. Café y chupito... y a dormir...




Mañana tengo cena de caza con un grupo de amigos y pasado también con otros. El menú anunciado es: ensalada de cecina de ciervo con su croqueta, brick de caza sobre cebolla pochada con pasas, panceta confitada sobre sopas de ajo y huevo trufado, guiso de manitas y oreja de jabalí a la riojana, helado de turrón con ghelée de amareto y reducción de pedro ximenez y peras al vino tinto con palito de canela...




Y el jueves, otra vez cena de caza...




Rogad por mí.

3 comentarios:

pjdfp dijo...

Si señor!!
Buenos menús y buenas cenas.

javi duque dijo...

vaya cenorraaaas tioooooooooo

como es eso de que no puedes dormir??
a mi cada vez me gusta mas dormir y soñar... y levantarme descansado y tarde los dias q no tengo mucho que hacer...

bueno, nos vemos en menos de un mes. ciudao con la bici y con las cenas copiosas navideñas...

take care

pfp dijo...

Va a ser necesario Gori rezar por tí, pero estoy pensando muy seriamente en ir a LOgroño para hacerlo, digo yo que de cerca hará más efecto y de paso hago unas penitencias en Kabanova que no me vendría mal.
Si puedes adelanta un poco la hora de la cena ¡ sin prolongar la sobremesa¡
Cuidate y disfruta, besos